05 julio 2014

Diario de una mente demente.


Es sábado y me lo merezco, esta semana ha sido más dura que la picha de Robocop, amanece, es pronto y ​sábado, que le vamos a hacer, estoy hasta la breva del puto reloj biológico ese, a estas horas, ya estoy meado, aseado, desayunado y silbado en la terraza mirando a la nada.
Es pronto para desayunar por segunda vez, tomaré solo un café. Con la taza en la mano no pienso, mi divagar daría positivo por cafeína y tal como está la cosa casi que no, por si acaso lo han prohibido también, nunca se sabe si te van a tocar al timbre dos tablillas cafetómetro en mano.
Escribo dejándome llevar por mi paseo por las nubes, pijadas desde el limbo y pienso... en la vida hay cosas tan baratas​ y banales que no tienen precio​, nadie podría hacer negocio con ellas, ni los chinos siquiera, quizás por eso son tan valiosas, porque que no se venden, esas son las cosas que me gustan, cositas como el honor, la amistad, la lealtad, efectos que nunca copiarán los chinos, que no se venden por ahí aunque para algunos les dé igual ya que lealtad solo les suena al nombre de una calle de la capital...
Pero vamos a lo que vamos, a lo importante, a disfrutar de las cosas bonitas, de lo que me ​gusta, me hace feliz, lo que me llena, vamos a mis chorradas baratas como que Lucía me llame abuelito y no abuelo, a mantener "sucretos" que a la primera larga, a no mentir jamás, a mirar al cielo y buscar con ella ositos entre las nubes, a comprar los frigopiés en las Vegas, a andar con cuidado entre la hierba por si despertamos al cocodrilo, a acojonarnos con los canrrrrejos del río, a subir las escaleras mágicas tocándonos la nariz para no tener miedo, a caminar por la calle Burgos sin pisar las rayas y a notar, sentirla feliz, ver como disfruta sintiéndose importante, valiente y toda una heroína ante mis ojos, eso es lo que me gusta, lo que me importa y eso... eso no lo venden en los chinos, no tiene precio.
Son mis pijadas, mis cosas, igual que tú tendrás las tuyas supongo, son chorradas, mis chorradas, tonterías tan tontas que por lelas dibujan en mi cara una sonrisa de lado a lado, son cosas que me llenan, me hacen feliz, como gustar a quien me gusta, importar a quien me importa y querer a quien me quiere aunque... te confieso y quizás por eso sé que soy mayor y diferente a Lucía, que me encanta y me chifla pasar de quien que de mí pasa pero además ignorando con alevosía, prepotente vehemencia y omisión activa su pasiva  y absurda ignorancia​. Mmmmmmmmmmmmmmm… me chifla.
Me gusta que las cosas salgan bien porque si, me gusta ver la sonrisa en los míos, me gusta el feeling natural, el poder de la humildad, la sencillez, lo intangible y sensorial y sobre todo, ​me gusta, me encanta, me chifla, me ​vuelve loco… la cerveza en lata barata del Lidl, ​muy fría, ​helada y con Fito de fondo insistiéndome una y otra vez en hacer la casa por el tejado y asumiendo que como yo, ... se equivocaría otra vez.
Esto es ser rico sin un clavel, es la vida, mi vida a veces, cuando me deja la muy hija de puta. Buenos días.