01 octubre 2020

Somos una mierda.


Y no nos da vergüenza...

Uno. Hace una temporada, a mi padre, que tiene 84 años le vino una factura desorbitada de móvil al parecer por "jugar" por internet con el teléfono móvil cuando apenas sabe llamar. Tuvimos que lucharlo hasta que se demostró la falsedad y le devolvieron el importe. Rabia.

Dos. Hace menos de un año y por casualidad, descubrimos que tanto a mis padres como a un familiar incapacitado de cuya tutela jurídica mi madre es responsable, una entidad bancaria había contratado sin su permiso y en su nombre Fondos de Inversión. Una vez en el follón y examinado el contrato de subscripción, no figuraban sus firmas, falsamente les constaba el haber sido informados y encima les adjudicaban la tenencia de estudios medios para justificarse… Asco.

Tres. Ayer llamaron por teléfono desde "su" compañía de suministro eléctrico informándoles que su contrato había caducado y que tenían que realizar uno nuevo, ofreciéndose para para formalizárselo por teléfono tras facilitarle una serie de datos personales… inmediatamente me llama mi madre muy asustada por que les iban a cortar la luz. Repugnancia.

Hoy he ido a hacer gestiones con mi padre y entre otras acompañarle al banco a sacar dinero. Pues bien, tras esperar la inevitable cola la de la "ventanilla" como él dice, le informa que para sacar menos de 600 euros tiene que hacerlo a través del cajero… Buuuuuffffffff que impotencia…

No sigo pero podría, el caso es que tienen que vivir el día a día en defensa propia, con miedo a que les peguen el palo al salir del banco a que les estafen por teléfono ¿En qué nos estamos convirtiendo? ¿De verdad que tienen que pasar por esto? ¿cómo lo hará quien no sepa hacer usar un cajero o tenga que le acompañe?

Asco, mucho asco, vivimos en una mierda de sociedad.

No hay comentarios: