05 abril 2016

Mi momento zen.

Hoy tocaba analítica, ya sabes, pinchazo en ayunas. Yo me las hago en un laboratorio de Calderón de la Barca, cerca la Plaza de las Estaciones, es el que más cerca me pilla del curro.
Cuando llevas a dieta cierto tiempo como es mi caso, cualquier cosa tiene su queseyó y nada más pincharte se te pasan por la cabeza cosas de lo más pueril a la vez que divertidas pero que sería de la vida sin esos momentos...
Nada más salir de tan sangriento antro lo primero que piensas es en desayunar, pero no desayunar como en casa cuatro galletitas sin azúcar y un café endulzado con stelvia, ni de coña vamos... y además, como no te ve ningún familiar...
A menos de diez metros según sales está el Bar Español, un bar con un nombre con dos cojones y un par de camareras simpatiquísimas de la muerte pero no estamos ahora para deteitarnos en sus agradables dotes comunicativas...
- Pin no mires.
- Calla coño, tú no te metas, vete a cascarla por ahí.
- No me jodas Pin, no mires.
- Como que no mire, no mires tú so gilipollas, déjame en paz.
- Pero si te acabas de pinchar!!!
- Pues por eso mismo capullo!!! ésto ya no cuenta!!
Paso de mi conciencia, busco el pincho más grande, una taza-piscina con café donde poder hacer tres triples tirabuzones y un mortal de espaldas desde un trampolín de cuatro metros y no tocar fondo, un vaso de tubo a reventar de zumo de naranja y azúcar, mucho azúcar, muchísisisisimo azúcar.
La decisión está tomada, quiero ese! el más grande y asqueroso, un sangüich con huevo frito entre grasientos filetacos de beicon a la plancha, media hojita de lechuga por el que dirán y mayonesa, mucha mayonesa. Veneno del bueno, del que mejor mata, del que sólo te mata una vez. Como hay que matar.
La simpática niña que me atiende me lo sirve en plato con cuchillo y tenedor, si, ya... para mariconadas estamos... Lo cojo con las manos, con ganas de guarrear y lo muerdo con ansia, con pasión y observando de forma placentera como se me escapa la mayonesa por todos los lados para después pasar la lengua por donde haga falta, paso de connotaciones sexuales en cuanto al uso de la lengua, yo solo quiero disfrutar de mi momento y chupar mayonesa...
Ya pasó, ya estoy bien, ni arrepentido ni leches, esta tarde una hora de espining y a cascarla a Ampuero, a Pancho (mi médico) no le engaño y se va a enterar pero... hay momentos para disfrutar de la vida y éste era uno de ellos, era mi momento, mi momento zen.

2 comentarios:

Ricardo dijo...

Pin, solo te queda disfrutar y seguir cuidándote¡

Ricardo

Matrix666 dijo...

Buenisimo, como siempre, un poco de dieta podria hacernos falta... a los dos! un abrazo.