11 enero 2024

Los poderes ocultos de mi mujer.



Yo de joven debí liarla de cojones, tuve que montar un girigay de la de Dios. Este año cumplo cuarenta años casado, con la misma, con la de siempre, con la que arrastro más condena que todos los hijos de puta esos del "prusés" juntos.
Debería estar acostumbrado a ciertas habilidades y poderes ocultos de mi costilla consorte, pero no, no hay cojones, no hay forma de saber cómo lo hace ni descubrir la trampa de su secreto. Tiene ojos por "tos los laos", todo lo ve.
Está sentada en el salón, en su sillón reclinable, medio atontada, tapada con una manta mientras se chupa las tres pelipetardos de antena tres. Yo estoy en mi cuarto con el ordenador, salgo, paso delante de ella y su somnolencia, las gafas se le están cayendo, procuro no despertarla, doblo las dos esquinas que hay hasta la cocina, abro el armario al que en sus puertas previa y periódicamente vengo echando 3 en 1 como aliado y a los tres segundos oigo en la distancia.... "JOSEEEEEEEEEE DEJA EL CHORIZOOOOOOO", me cago en la madre que la parió, ¿Cómo cojones lo sabe?  Estamos sólos!!! ¿Habrá puesto cámaras en la cocina? pues no!!!! son sus poderes.
Hace un par de horas ha hecho albóndigas, yo estoy en la cocina preparando una empanada mientras ella lee la prensa en el ordenador, se presenta, levanta la tapa de la cazuela y me suelta... "YA HAS METIDO LA MANO AQUÍ!!! Pues si, con dos cojones, ¡¡¡tiene el poder oculto de contar las albóndigas y sabe cuántas hay aunque estén bajo la salsa!!!!, ¿Cómo lo hace? pues no sé, me estoy pensando en llevarla al "Qué apostamos", nos forramos seguro.

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